Cartas que nunca llegaron
a las aguas de tu albergue
son lazos de dolor
al amarrar mi silencio a tu espalda
clavo que define mi pericia
que alarma a mi psiquen en las madrugadas.
De noche, al brillo de un eclipse que parece espejismo
la locura me invade, tras perseguir tu recuerdo
inmerso en mi mismo, sueño y sueño
como la muerte presente que borra el tiempo
la llama crece sin cesar por la ausencia de tus palabras
dolor del silencio, que amarra mi oído a ti
a escuchar tus inexistentes pensamiento de desprecio
que rompen mi quietud a lo inoportuno.
oh! el sudor que me quema
intento darte el viento, pero no evidencias mi esfuerzo
late y late, es lo único que puedo decir
por que siento perder tu luz de faro en mi oscuro mar de lágrimas
a esas lágrimas internas que luego tu rostro saldrán tras mi huida
que de huida no deseo y con lucha me aparto de el.
Me gustaría robarte una pieza de tu alma
que sepa a carmín y me ahogue en flores de vida
quiero darme ese regalo, en donde sale tu sonrisa fulgente.
Perdona, al indulgente que poco miro al espejo
perdona por no conocerme y querer rebelar la ilusión de un momento
y ahora por eso, estoy clavado por ti, en una cruz de frió hielo U.U
y ahora por eso, estoy clavado por ti, en una cruz de frió hielo U.U
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